Yo era un aprendiz de
zorro
y tú una loba
callejera,
yo intentaba ser tu
perro
tú evitabas ser mi
hiena.
Cogiditos por las
patas
nos perdimos en el
bosque,
dando brincos como
ranas
protegidos por la
noche.
Y en el fondo de tu sangre
depredadora
un tigre afilaba sus
garras,
relamías tus fauces
mientras yo
contemplaba tu cara
...inútil de mí,
inútil de mí.
Me defiendo como un
gato
en el campo de
batalla,
tú te escondes en el
árbol
más podrido de mi alma.
Y cuando la paz
regresa
nos miramos como
hermanos,
yo te ofrezco mi
sonrisa
tú me agarras de la
mano.
Al ladito del
estanque tengo un cobijo
con el suelo anegado
de barro,
vamos a jugar,
luego nos pegaremos
un baño.
Duerme junto a mí,
duerme junto a mí.
Ya era hora de que te hicieras un blog!!!! ;)
ResponderEliminarla verdad es que hacía tiempo que me rondaba la cabeza
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