(Dedicado a Peris y a Anael
allá en el 2006)
Aprendiz de todo,
maestro en
supervivencia,
flautista de metro,
alumbrador de
viviendas.
El que lleva
elásticos rotos
con la horma de los
huesos,
el que ha hecho de la
variedad
la rutina de su
cuento.
Allanamiento de
morada
es llenar de magia
un paisaje desolado,
húmedo, sucio,
muerto.
Es dejar atrás el
yugo
del crimen organizado
en corruptos
gobiernos;
o debería ser eso.
Tener los huevos
para vivir de esa
manera
es una bendición,
no sacarle provecho,
su maldición.
No cedas a esa cruz,
amigo mío,
no caigas en la
estupidez
como muchos han
caído.
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